Todos sabemos de sobra que es el
dolor y el placer pero, la forma en la
que recibimos ambos está desenfocada en muchas ocasiones.
Si le preguntamos a alguien si él
es responsable de su dolor y nos contesta que no, estaremos ante alguien que cree no tener
ningún poder sobre su cuerpo y por lo tanto ninguna responsabilidad sobre lo
que expresa. Pero cabe la otra posibilidad, es decir, los que si creen tener
poder sobre el dolor y sobre lo que su cuerpo expresa.
Ambas formas de pensar son
totalmente distintas y provocan un resultado diferente que, al
final, desemboca en una experiencia de vida inmensamente distinta.
En general nos aferremos al dolor,
de igual manera que tenemos dificultad para disfrutar del placer de una forma
fluida. Solemos caer en la tentación de aferrarnos a sensaciones que nos
impiden vivir una vida armónica, por la sencilla razón de seguir albergando en
nuestro sistema de creencias, ideas poco alentadoras sobre una forma de vida sencilla,
consciente y responsable, además de divertida.
La práctica de yoga nos concede
la oportunidad de comenzar a ser conscientes de la estructura mental sobre la
que basamos nuestra forma de vivir. Al ser conscientes de los pensamientos
sobre los que apoyamos nuestra forma de hablar y hacer las cosas, comenzamos a
comprender el poder que tienen las creencias sobre las que apoyamos nuestra
forma de existir.
En este preciso instante, tu
mente está siendo controlada por una serie de creencias que te proyectan hacia
un horizonte totalmente distinto al que podrías alcanzar si tus creencias
fueran otras totalmente distintas.
Tras esta introducción y
antojándoseme ir al grano, la pregunta fundamente es si eres feliz con tu
actual forma de vida. Y hablamos de cada segundo de tu existencia. De si tu forma de vivir te provoca pequeñas dosis de
dolor y placer, siendo esto la columna vertebral sobre la que apoyas tus pasos
o si tu estado natural de existencia es dichoso de una forma más continua y
armónica.
Todos tenemos momentos de placer,
la cuestión no es si existen pequeños momentos de dicha, sino, si tu forma de
estar en la vida es dichoso, voluntario y constante o por el contrario aun
sigues estando bajo la tormenta de una mente desenfocada que se apoya en
pensamientos, ideas y creencias que sólo te roban el timón de una vida hacia la
libertad del alma.
La práctica de yoga nos permite
recuperar el control sobre nuestra respiración, primer pilar sobre el que
construir una nueva y más dichosa forma de vivir.
La práctica de yoga nos permite
recuperar el control sobre nuestro cuerpo, para marcarle nuevas rutinas de
vida, saludables y llenas de energía.
La práctica de yoga nos permite
crear una nueva mentalidad, basada en las verdades universales, a través de la
cuales, provocar una nueva comunicación y estilo de vida que nos lleve hacia la
luz de la libertad del alma y la dicha del corazón enamorado de la vida…
Blog de yoga para autodidactas
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